En el inicio de la temporada en Monterrico, Africana (Meal Penalty) había saltado a la pista en cinco ocasiones. Más allá de sus figuraciones, no había podido conseguir triunfo alguno. Lo más cerca de cruzar el disco como primera fue el pasado trece de febrero, día en el que fue superada por un pescuezo por la veloz Isadora Duncan en el Clásico Enrique Aguinaga Asenjo, disputado sobre los mil doscientos metros. Ante este escenario, el experimentado preparador Juan Suárez probó con hacerla participar en una nueva competencia jerárquica, a saber, el Clásico Reina Isabel II (L).

Acostumbrada a correr entre los mil y los mil trescientos metros, la castaña de cuatro años, que registraba dos trabajos previos, ahora iba a intentarlo en la milla. Así, en la carrera, sin Venecia y Carta de Amor -ambas retiradas-, fue Poison Ivy la que salió a hacerse de la delantera y marcó, sin ser presionada, en cuatrocientos metros y ochocientos metros, 23.49 y 46.87 respectivamente. Accionaban más atrás Miss Simons, Campanilla, Socabaya, Dettori’s Ace, Africana y Taylor. Pero, cuando restaban prácticamente setecientos metros para la meta, la puntera se borró de la competencia y fueron tanto Socabaya como Miss Simons las que pasaron a pelear adelante.

Ya en la recta final, fue Socabaya la que, sin alargar ampliamente su ventaja, entró a dominar, pero Africana, que apareció por fuera exigida por Mariano Arenas, traía fuerza. Y, de esa manera, en una incontenible atropellada, la pupila del Stud Ehden pudo imponerse y sacar medio cuerpo de diferencia a Socabaya, que hasta al final luchó para seguir en la racha ganadora. A tres cuerpos y medio, para completar el podio, finalizó Miss Simons.

El tiempo en el que la egresada del Haras Los Azahares consiguió su segundo festejo clásico fue el de 1.40.21. Si bien por el factor sanguíneo es en la velocidad donde debería exponer sus mejores actuaciones, no deja de ser prometedor para el porvenir de su carrera esta victoria en la milla.