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Lecciones de Rijkaard

Publicado: 2020-03-11


Hace unos días compartí en mi Facebook una entrevista a Frank Rijkaard. Publicada en el 2005 por el periódico Marca de España, es uno de los pocos diálogos que se pueden encontrar en la internet en la que el ex entrenador neerlandés profundiza en su concepción del juego e ideas tácticas. Me parece algo sorprendente, ¿tanto se ha subestimado el ideario de alguien que fue crucial en la historia reciente del FC Barcelona y, al mismo tiempo, ha “bebido” de las escuelas más importantes en términos futbolísticos de Europa?

Antes que nada, podemos decir que el modelo de juego de Rijkaard es una síntesis basada en su experiencia como jugador en dos de los equipos que marcaron el fútbol europeo a partir de los años ochenta, es decir, el Ajax de Louis Van Gaal y el Milan de Arrigo Sacchi. Cabría aclarar que los postulados de ambos técnicos no se contraponen, sino que tienen muchos elementos en común. “Un juego en el que se buscan iniciativas”, en sus propias palabras. Sin embargo, hay ciertas conductas sí que pueden ser más distintivas de cada uno. Así, en términos generales, del primero recoge los fundamentos del juego de posición y el módulo táctico; del segundo, el pressing en bloque como pilar central para el proceso de recuperación del balón y el ordenamiento posterior.

Dicho esto, resulta clave detenerse en dos ideas que, desde mi punto de vista, son sumamente interesantes. Al recibir una apreciación positiva sobre la particular presión que ejercía su equipo, Rijkaard señala que esta se distingue debido a que “cuando no tenemos todos la posición, no es el momento de presionar, hay que aguantar, hay que bascular y esperar a estar todos en posición para arrinconarlos.” Es decir, en contraposición a muchos analistas que exaltan la llamada “presión alta” en cualquier manifestación y lugar del campo, el holandés puntualiza que para que esta sea efectiva, lo más importante es cómo está posicionado —en dicho momento— el equipo como bloque. No siempre la presión tras pérdida es la mejor opción; muchas veces, un repliegue posicional puede significar una mayor oportunidad para organizarse mejor para recién ejecutar la presión y así impedir la progresión del contrario.

La otra idea a la que me refería es a la siguiente: ”cuando no estamos bien plantados tácticamente, corremos más, sufrimos más”. A contracorriente de lo que se escucha generalmente, es decir, denominar “táctico” a un equipo que corre mucho y supuestamente es muy equilibrado, para Rijkaard la importancia de la “táctica” no es otra que contribuir a que sus jugadores —conjuntamente— puedan ubicarse  de tal forma que corran menos y no se fatiguen innecesariamente. La táctica está al servicio del jugador, contribuye a que sus virtudes futbolísticas se expresen nítidamente y se potencie el colectivo en las distintas fases del juego. 

En línea con lo anterior, me parece muy valiosa la siguiente respuesta que brinda el exitoso exfutbolista de nuevo sobre el mismo tema a propósito del Milan de Sacchi: 

“Sacchi tenía algo que los jugadores entendimos, porque la interpretación de los jugadores es fundamental siempre. Para mí, la táctica no es sagrada, porque, por ejemplo, la táctica fue pararnos en el campo y presionar de una manera. Pero muchas veces los jugadores éramos los que la interpretábamos. Si la pelota estaba ahí, Ancelotti y yo nos movíamos de una manera. Ancelotti era un jugador de gran calidad, tenía una mentalidad increíble. Cuando la pelota estaba allí, hacíamos otro movimiento, casi de memoria. Hay una táctica, pero lo importante es la interpretación de los jugadores y Ancelotti la interpretaba perfectamente. Lo importante es el espíritu de la táctica y que se interprete bien. Puedes jugar bien o mal, pero siempre ves algo que recuerda a un equipo, eso es fundamental.”

La propuesta táctica no puede obviar al jugador y su interpretación sobre el juego. Esta poco tiene que ver con una supuesta orden exterior del técnico, sino que se manifiesta como una interacción entre su idea y el bagaje del futbolista en términos de su experiencia y cómo este interpreta el juego, aspecto que muchas veces se subestima y se pone en segundo plano. Tomando en cuenta lo que piensa Pep Guardiola, esto es que “la táctica no consiste en combinar números, sino en saber qué hacer en cada momento del juego”, esta nada tiene que ver con los denominados  “automatismos”, pues eso implicaría  relegar el aporte del ser humano futbolista que interpreta, decide y juega.

Sin duda, en esta entrevista no se encuentra resumida toda la visión de Rijkaard ni se puede reducir nuestro foco en ella, pero de todos modos es buena forma de recordar a un gran entrenador. Me gustaría encontrar mayores referencias  a su trabajo en el FC Barcelona, periodo decisivo en el cual, a parte de la obtención de títulos, se sientan las bases de un regreso a los fundamentos de juego característicos del club catalán. A veces referentes que aportaron pero son ajenos a "la polémica" son los menos considerados, y este creo que es el caso del apodado “todocampista” en sus épocas como jugador. 


Escrito por

Gianni

Lima, 1998.


Publicado en

El Apronte

Hípica